Por Ana Rosa Sánchez Orendain, Productora de Medios Impresos del Colegio de Sonora
En Sonora, desde que inició la contingencia sanitaria por COVID-19 hasta el mes de agosto se han perdido 39 mil 897 empleos y, a pesar de que la Secretaría de Economía de Sonora reportó una recuperación en distintos ramos, todavía no se tiene registro en las estadísticas oficiales, advirtió la doctora Rosana Méndez.
Agregó que en marzo se perdieron 10 mil 243 empleos, en abril 10 mil 685 y en mayo 10 mil 243, sin embargo, los siguientes dos meses la tendencia se redujo hasta llegar a 890 durante el mes agosto, lo que coloca a Sonora como uno de los estados con menor afectación comparado con otras entidades a nivel nacional.
“En Sonora, muy a pesar de las circunstancias, creo que no nos ha ido tan mal comparado con la perspectiva nacional, pero de todas maneras vamos arrastrando, en agosto, ya perdimos los empleos generados el año pasado”, destacó la asistente de investigación en El Colegio de Sonora.
Señaló que los meses de septiembre, octubre y noviembre son por lo general de perspectiva positiva en generación de empleo, flujo y de movilidad económica y puede caber la posibilidad de un buen aliciente, pero no será suficiente, pues se remontará todo el escenario.
Méndez Barrón explicó que es probable en octubre cuando será pública la próxima actualización económica por parte de los organismos correspondientes, es posible que los resultados sí sean negativos y con efectos que permanecerán, por lo menos, hasta el final de 2020.
“En Sonora, en la mejor de las perspectivas, es mantenernos como estamos ahorita, ya si superamos ese uno por ciento o un medio por ciento de crecimiento que hemos mantenido, ese es el reto, mantener eso y que no baje, yo creo que sí lo podemos hacer. Digo, la perspectiva más fuerte y difícil, se supone que ya la pasamos, pero todavía estamos en la resaca, esa es la parte importante que atender”, sostuvo.
La economía mexicana ya estaba resentida antes de la pandemia, expuso, y ante este panorama lo efectos fueron mayores y las principales afectaciones se pueden percibir más fuertes en sectores como el de comercios y servicios que están a disposición del consumo del público.
Lugares como restaurantes, papelerías, estéticas, talleres, que son administrados por personas que con sus ingresos además de permitir el desarrollo económico, deben proporcionar salarios y ser el sostén de sus familias, pues muchos de ellos son negocios son familiares y la interrupción de sus actividades detuvo sus ingresos.
Con información de El Colegio de Sonora